Los procesadores de textos han sido una de las
primeras aplicaciones que se le dieron a los primeros ordenadores.Los
programadores tenían que comunicarse con las máquinas de una forma muy especial
y al mismo tiempo complicada, por medio de tarjetas perforadas, códigos
extraños.Con el paso del tiempo los mismos programadores
diseñaron una aplicación que les permitiera programar de forma más inteligible,
o sea escribiendo comandos (ordenes) en forma de texto, con lo cual la
programación podía se "
legible
". Así nacen
los
primeros editores de textos. Estos van cobrando tal uso que empresas de
software diseñan estos editores,cada vez de
forma más parecida a una máquina de escribir, y que en poquísimo tiempo superan
a éstas con creces.
CARACTERISTICAS Y
TIPOS DEL PROCESADOR DE TEXTOS
MICROSOFT WORD
: De
todos los procesadores de texto conocidos hasta el momento, el de lpaquete Microsoft Office se ha convertido en poco
menos que un estándar de referencia casi obligada, dado el elevado porcentaje
de usuarios que lo han instalado en su ordenador y lo utilizan.
•
LOTUS WORD PRO
: Una de las alternativas más populares a Microsoft
Word es este procesador de textos, incluido en el paquete de software de
escritorio de Lotus. Para gustos se pintan colores, pero lo cierto es que los usuarios que se decanten por
este producto no estarán haciendo una mala elección.
•
WORD PERFECT
: No podía faltar el tercero en discordia, que en
su día llegó a ser el más popular de su género entre los usuarios, hasta
mediados de los noventa. El procesador de textos de la suite de Corel presenta
un despliegue de innovadoras características que demuestran el interés por
parte de sus
promotores en volver a hacer de este programa un producto puntero capaz de
competir en el mercado con Microsoft Word.
•
WORD PAD
:
Instalado por defecto en todas las versiones de los sistemas operativos de
Windows, sele podría considerar el
"hermano pequeño" de Microsoft Word. Es la opción ideal para aquellos
usuarios que necesitan de forma esporádica un procesador con el que
dar cierto estilo estético a sus escritos,
sin buscar un acabado de apariencia profesional ni excesivas florituras
ornamentales.













